miércoles, 22 de diciembre de 2010

FELIZ NAVIDAD


La Hermandad de Nuestra Señora del Rosario, Patrona y Alcaldesa Perpetua de Bornos les desea a todos los hijos e hijas del Rosario que pasen una muy Feliz Navidad y que el próximo año 2011 sea un año bendito en paz, amor, justicia, salud.
Que la Virgen del Rosario os proteja bajo su maternal manto.

lunes, 25 de octubre de 2010

RATIFICACIÓN DEL TÍTULO “ALCALDESA PERPETUA DE LA VILLA” A LA VIRGEN DEL ROSARIO.

Fue un 27 de agosto de 1957, cuando el Ayuntamiento de la ilustre villa de Bornos, en pleno, adoptó, por unanimidad, el siguiente acuerdo:

“NOMBRAMIENTO DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, PATRONA DE BORNOS, COMO ALCALDESA PERPETUA DE LA VILLA.
A continuación, por el Señor Alcalde-Presidente, se pone de relieve el fervor religioso de todos los hijos de esta villa de Bornos por su Patrona, la Excelsa Madre de Dios, Nuestra Señora del Rosario. Recogiendo este clamor popular y ese sentir unánime, propone a los señores asistentes el nombramiento de Alcaldesa Perpetua a la Santísima Virgen, para que igual que acoge bajo su manto a todos los vecinos de esta villa, rigiendo sus destinos, también dirija el destino común de todos los habitantes de Bornos, representados en el Ayuntamiento. Los señores asistentes acogieron con singular entusiasmo la propuesta del Señor Alcalde, y fue aprobado por unanimidad el nombramiento de Alcaldesa Perpetua de Bornos a Nuestra Señora del Rosario.”
Estas son las palabras que recogen el acta de 1957. Cumplimos, por tanto, cincuenta años de esta histórica designación, en la que el pueblo y su Virgen, la Virgen y su pueblo, conforman una simbiosis que, sin duda, reporta beneficios mutuos. Por una parte, los vecinos encuentran en su Patrona la figura protectora a la que elevan sus plegarias; y por otra, nuestra Virgen, que puede comprobar con orgullo cómo sus hijos no la abandonan y, día a día, se encomiendan con fervor y devoción.

Un fervor popular que, cincuenta años después del Nombramiento, no sólo perdura, sino que aumenta con el paso del tiempo, mostrando los bornenses, año tras año, esa particular devoción a través de diversos cultos en su honor como pueden ser el Novenario, el tradicional Rosario de la Aurora, el Besamanos del lunes posterior a la salida procesional, la Presentación de todos los recién nacidos el día de la Candelaria, etc.
Pero es el primer domingo de octubre cuando el pueblo de Bornos, al completo, se planta a los pies de su Patrona acompañándola con pleitesía por las calles de la localidad. Es un día muy especial en el que los vecinos mostramos ese sentir popular que, como savia, vamos transmitiéndonos de generación en generación.
Bornos lleva adorando a su Madre desde tiempo inmemorial. La veneración a la Virgen del Rosario se pierde en la noche de los tiempos. Ya, en 1505, D. Francisco Enríquez de Ribera, que ostentaba el Señorío de Bornos -entre otros-, fundó en nuestra villa el Monasterio de Santa María del Rosario, conocido por todos como convento de San Jerónimo. La familia Ribera también fundó otros importantes centros religiosos, entre los que cabe destacar la actual parroquia de Santo Domingo de Guzmán (santo que fue el fundador del rezo del Rosario).

Debió ser muy fuerte la devoción a la Santísima Virgen del Rosario en nuestro pueblo, pues se veneraba en dos lugares: en el convento de los Jerónimos y, a la vez, en la iglesia parroquial de Santo Domingo. Como se puede apreciar, todo concuerda, y vemos como esta ilustre familia fue, con casi toda probabilidad, la que introdujo esta veneración del Rosario, de la que tanto gozamos hoy todos los bornenses.

Además, se ha querido dar una peculiar singularidad. La Virgen del Rosario también fue la “Virgen del Mar” y la llamaban “La Galeona”. Es por ello que su patronazgo también lo disfrutan otras localidades tan marineras como Cádiz capital o Rota. ¿Quién le iba a decir a la Virgen del Rosario, allá por el siglo XVI, que su pueblo de Bornos también le honraría con un “mar”? Hablo de nuestro hermoso mar interior, hablo de nuestro lago. Todo coincide.
La Patrona y Alcaldesa Perpetua de la Villa nos protege. Pero también nosotros, los bornichos, la protegemos a Ella. Hará poco más de diez años, sucedieron unos tristes acontecimientos que hizo al pueblo de Bornos unirse como muy pocas veces antes lo había hecho. Aquellos sucesos, que tanto conmovieron a los habitantes de esta villa, coincidieron con la salida procesional de nuestra Patrona, y desde aquel momento, la Policía Municipal de Bornos, representando la protección de todo un pueblo, también cuida y protege a Nuestra Madre en cada una de sus salidas procesionales. ¿También coincidencia? Ya van muchas coincidencias entre el pueblo de Bornos y su Madre del Rosario.
Nuestra Patrona es merecedora de ser recordada, no después de cincuenta años, sino todos los días. Es una bornense más. Es una bornicha más. Ella conoció a nuestros antepasados; Ella conoció los mejores y peores años de nuestra localidad; Ella siempre estuvo ahí, para lo malo y para lo bueno; Ella se merece este reconocimiento o ratificación que todo el pueblo de Bornos le hace a nivel oficial y municipal.

Es mi deseo que este histórico cincuentenario del nombramiento de la Virgen del Rosario como Alcaldesa Perpetua de la Villa, adquiera la solemnidad que la ocasión requiere, y los bornenses demostremos el orgullo de tener a la Virgen del Rosario como Patrona de nuestro gran municipio.
El Ayuntamiento de Bornos, por lo tanto, procederá a regalar y a hacer entrega, a Nuestra Señora del Rosario y a su Hermandad, de la medalla de ratificación con el título “Alcaldesa Perpetua”. Esta medalla no es otra cosa que el sentimiento y el fervor mariano de todo un pueblo, el de Bornos, que le reza a su Madre, que la quiere y que tanto la ama. Esta medalla simboliza el amor sincero de un pueblo hacia su madre, simboliza que nunca la olvidaremos y simboliza, definitivamente, que el lazo entre Ella y los bornenses nunca se romperá.
Es mi deseo que la devoción que se le tiene a la Virgen perdure en el tiempo, y es por lo que yo, hoy, como Alcalde-Presidente de la Villa de Bornos, y en representación de todos los habitantes del municipio, entrego esta medalla que ratifica para siempre a la Amadísima y Santísima Virgen del Rosario, Patrona de Bornos, como Alcaldesa Perpetua de la Villa.

El Alcalde:

FERNANDO GARCÍA NAVARRO

Bornos, a 6 de Octubre, año de 2007

domingo, 10 de octubre de 2010

7 DE OCTUBRE, FIESTA DE LA VIRGEN DEL ROSARIO

Sabemos que Octubre es el Mes del Santo Rosario

Vamos a recordar el origen e historia de esta devoción:

En la antigüedad, los romanos y los griegos solían coronar con rosas a las estatuas que representaban a sus dioses como símbolo del ofrecimiento de sus corazones. La palabra “rosario” significa "corona de rosas".

Siguiendo esta tradición, las mujeres cristianas que eran llevadas al martirio por los romanos, marchaban por el Coliseo vestidas con sus ropas más vistosas y con sus cabezas adornadas de coronas de rosas, como símbolo de alegría y de la entrega de sus corazones al ir al encuentro de Dios. Por la noche, los cristianos recogían sus coronas y por cada rosa, recitaban una oración o un salmo por el eterno descanso del alma de las mártires.

La Iglesia recomendó rezar el rosario, el cual consistía en recitar los 150 salmos de David, pues era considerada una oración sumamente agradable a Dios y fuente de innumerables gracias para aquellos que la rezaran. Sin embargo, esta recomendación sólo la seguían las personas cultas y letradas, pero no la mayoría de los cristianos. Por esto, la Iglesia sugirió que aquellos que no supieran leer, suplantaran los 150 salmos por 150 Avemarías, divididas en quince decenas. A este “rosario corto” se le llamó “el salterio de la Virgen”.

A finales del siglo XII, Santo Domingo de Guzmán sufría al ver que la gravedad de los pecados de la gente estaba impidiendo la conversión de los albigenses y decidió ir al bosque a rezar. Estuvo en oración tres días y tres noches haciendo penitencia y flagelándose hasta perder el sentido. En este momento, se le apareció la Virgen con tres ángeles y le dijo que la mejor arma para convertir a las almas duras no era la flagelación, sino el rezo de su salterio.

Santo Domingo se dirigió en ese mismo momento a la catedral de Toulouse, sonaron las campanas y la gente se reunió para escucharlo. Cuando iba a empezar a hablar, se soltó una tormenta con rayos y viento muy fuerte que hizo que la gente se asustara. Todos los presentes pudieron ver que la imagen de la Virgen que estaba en la catedral, alzaba tres veces los brazos hacia el Cielo. Santo Domingo empezó a rezar el salterio de la Virgen y la tormenta se terminó.

En otra ocasión, Santo Domingo tenía que dar un sermón en la Iglesia de Notre Dame en París con motivo de la fiesta de San Juan y, antes de hacerlo, rezó el Rosario. La Virgen se le apareció y le dijo que su sermón estaba bien, pero que mejor lo cambiara y le entregó un libro con imágenes, en el cual le explicaba lo mucho que gustaba a Dios el rosario de Avemarías porque le recordaba ciento cincuenta veces el momento en que la humanidad, representada por María, había aceptado a su Hijo como Salvador.

Santo Domingo cambió su homilía y habló de la devoción del Rosario y la gente comenzó a rezarlo con devoción, a vivir cristianamente y a dejar atrás sus malos hábitos.

Santo Domingo murió en 1221, después de una vida en la que se dedicó a predicar y hacer popular la devoción del Rosario entre las gentes de todas las clases sociales para el sufragio de las almas del Purgatorio, para el triunfo sobre el mal y prosperidad de la Santa Madre de la Iglesia.

El rezo del Rosario mantuvo su fervor por cien años después de la muerte de Santo Domingo y empezó a ser olvidado.

En 1349, hubo en Europa una terrible epidemia de peste a la que se le llamó ¨la muerte negra” en la que murieron muchísimas personas.

Fue entonces cuando el fraile Alan de la Roche, superior de los dominicos en la misma provincia de Francia donde había comenzado la devoción al Rosario, tuvo una aparición, en la cual Jesús, la Virgen y Santo Domingo le pidieron que reviviera la antigua costumbre del rezo del Santo Rosario. El Padre Alan comenzó esta labor de propagación junto con todos los frailes dominicos en 1460. Ellos le dieron la forma que tiene actualmente, con la aprobación eclesiástica. A partir de entonces, esta devoción se extendió en toda la Iglesia.

¿Cuándo se instituyó formalmente esta fiesta?

El 7 de octubre de 1571 se llevó a cabo la batalla naval de Lepanto, en la cual los cristianos vencieron a los turcos. Los cristianos sabían que si perdían esta batalla, su religión podía peligrar y por esta razón confiaron en la ayuda de Dios a través de la intercesión de la Santísima Virgen. El Papa San Pío V pidió a los cristianos rezar el rosario por la flota. En Roma estaba el Papa despachando asuntos cuando de repente se levantó y anunció que la flota cristiana había sido victoriosa. Ordena el toque de campanas y una procesión. Días más tarde llegaron los mensajeros con la noticia oficial del triunfo cristiano. Posteriormente, instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias el 7 de octubre.

Un año más tarde, Gregorio XIII cambió el nombre de la fiesta por el de Nuestra Señora del Rosario y determinó que se celebrase el primer domingo de Octubre (día en que se había ganado la batalla). Actualmente se celebra la fiesta del Rosario el 7 de Octubre y algunos dominicos siguen celebrándola el primer domingo del mes.

La fuerza del Rosario

A lo largo de la historia, se ha visto cómo el rezo del Santo Rosario pone al demonio fuera de la ruta del hombre y de la Iglesia. Llena de bendiciones a quienes lo rezan con devoción. Nuestra Madre del Cielo ha seguido promoviéndolo, principalmente en sus apariciones a los pastorcillos de Fátima.

El Rosario es una verdadera fuente de gracias. María es medianera de las gracias de Dios. Dios ha querido que muchas gracias nos lleguen por su conducto, ya que fue por ella que nos llegó la salvación.

Todo cristiano puede rezar el Rosario. Es una oración muy completa, ya que requiere del empleo simultáneo de tres potencias de la persona: física, vocal y espiritual. Las cuentas favorecen la concentración de la mente.

Rezar el Rosario es como llevar diez flores a María en cada misterio. Es una manera de repetirle muchas veces lo mucho que la queremos. El amor y la piedad no se cansan nunca de repetir con frecuencia las mismas palabras, porque siempre contienen algo nuevo. Si lo rezamos todos los días, la Virgen nos llenará de gracias y nos ayudará a llegar al Cielo. María intercede por nosotros sus hijos y no nos deja de premiar con su ayuda. Al rezarlo, recordamos con la mente y el corazón los misterios de la vida de Jesús y los misterios de la conducta admirable de María: los gozosos, los dolorosos y los gloriosos. Nos metemos en las escenas evangélicas: Belén, Nazaret, Jerusalén, el huerto de los Olivos, el Calvario, María al pie de la cruz, Cristo resucitado, el Cielo, todo esto pasa por nuestra mente mientras nuestros labios oran.

Las Letanías

El Rosario no es una oración litúrgica, sino ejercicio piadoso. Las Letanías forman una parte oficial de la liturgia en cuanto que las invocaciones reciben permiso de la Santa Sede. Se cree que su origen fue, probablemente, antes del siglo XII.

La forma actual en la que las rezamos se adoptó en el santuario mariano de Loreto, en Italia y se llama Letanía lauretana. En 1587, el Papa Sixto V la aprobó para que la rezaran todos los cristianos. Todos los cristianos hemos recurrido a la Virgen en momentos de alegría llamándola “Causa de nuestra alegría”, en momentos de dolor diciéndole “Consoladora de los afligidos”, etc.
Podemos rezar las Letanías con devoción, con amor filial, con gozo de tener una Madre con tantos títulos y perfecciones, recibidos de Dios por su Maternidad divina y por su absoluta fidelidad. Al rezarlas, tendremos la dicha de alabar a María, de invocar su protección y de ser ayudados siempre ya que la Virgen no nos deja desamparados.


Cómo rezar el Rosario

Como se trata de una oración, lo primero que hay que hacer es saludar, persignarnos y ponernos en presencia de Dios y de la Santísima Virgen.

Luego, se enuncian los misterios del día que se van a rezar y comenzamos a meditar en el primero de estos cinco misterios. Durante la oración de cada misterio, trataremos de acompañar a Jesús y a María en aquellos momentos importantes de sus vidas. Aprovechamos de pedirles ayuda para imitar las virtudes y cualidades que ellos tuvieron en esos momentos. Al meditarlos frecuentemente, estas guías pasan a formar parte de nuestra conciencia, de nuestra vida. Podemos ofrecer cada misterio del rosario por una intención en particular y se puede leer una parte del Evangelio que nos hable acerca del misterio que estamos rezando.

Cada misterio consta de un Padrenuestro seguido de diez Avemarías y un Gloria. Usamos nuestro rosario pasando una cuenta en cada Avemaría. Así seguimos hasta terminar con los cinco misterios.

Al terminar de rezar los cinco misterios, se reza la Salve y se termina con las Letanías.

Los Misterios

Los quince misterios que se rezan nos recuerdan la vida de Jesús y, dependiendo del día, se rezan de la siguiente forma:

LUNES Y SÁBADO

MISTERIOS GOZOSOS
1. La Anunciación del ángel a la Virgen. La obediencia.
2. La Visita de la Virgen a su prima Isabel. Amor al prójimo.
3. El Nacimiento del Hijo de Dios. Desprendimiento
4. La Presentación del niño Jesús en el templo. Pureza de intención.
5. El Niño Jesús perdido y hallado en el templo Sabiduría en cosas de Dios.

MARTES Y VIERNES

MISTERIOS DOLOROSOS
1. La Oración de Jesús en el huerto. Verdadero arrepentimiento de los pecados.
2. La flagelación de nuestro Señor Jesucristo. Espíritu de sacrificio
3. La coronación de espinas. Desapego a lo material
4. Jesucristo es cargado con la Cruz. Paciencia por mi cruz.
5. La crucifixión de nuestro Señor Jesucristo. Generosidad

MIERCOLES Y DOMINGOS.

MISTERIOS GLORIOSOS
1. La Resurrección de Jesucristo. Fe, Esperanza y Caridad
2. La Ascensión del Señor a los Cielos. Deseo de ir al Cielo
3. La venida del Espíritu Santo. Deseo de vivir en Gracia
4. La Asunción de la Virgen a los Cielos. Amor a María
5. La Coronación de la Virgen en los Cielos. Perseverancia

JUEVES.

MISTERIOS LUMINOSOS
1. El Bautismo de Jesús en el Jordán 2 Co 5, 21; . Mt 3, 17.
2. Las bodas de Caná; Jn 2, 1-12.
3. El anuncio del Reino de Dios Mc 1, 15; Mc 2. 3-13; Lc 47-48.
4. La Transfiguración; Lc 9, 35.
5. La Institución de la Eucaristía, expresión sacramental del misterio pascual. Jn13, 1